sábado, 22 de noviembre de 2008

Revolución en Carrefour


Corren tiempos de cambios en Carrefour, es noticia que hayan cesado al español José Luis Durán como CEO del grupo Carrefour, y han nombrado al sueco Lars Olofsson procedente de Nestlé como su sucesor.

Las razones este cese las podemos encontrar en las discrepancias de Durán con el primer accionista el fondo Blue Capital. Como todo fondo que se precie, lo que buscan es una alta rentabilidad, razón que actualmente no se cumple debido al ciclo económico en el que nos encontramos, además del desplome de la cotización de la compañía francesa en la Bolsa.

Durán ha estado en la compañía durante 18 años, tiempo en el que ha crecido desde abajo hasta llegar a convertirse en el máximo responsable del grupo de distribución de alimentación. Ha sido él quien realmente ha hecho rentable a la compañía, cometido que le confió la familia fundadora, los Halley. Hace aproximadamente un año que venció el acuerdo de todos los miembros en el que tenían una sola voz debido al acuerdo que propuso la 1ª generación de la familia, los años pasan y la familia crece por lo que ya es más difícil ponerse de acuerdo todos a la vez.

Dicho esto, los Halley han estado y están contentos con la gestión que ha hecho José Luis Durán. Realmente el cese viene de roces del CEO saliente con el fondo Blue Capital, que al parecer se entrometía en el trabajo diario de Durán, cosa que él no estaba dispuesto a aceptar. Logró aguantar en su puesto en la última junta de accionistas extraordinaria celebrada antes del verano, pero esta semana ha sido en la que Blue Capital ha hecho valer todo su poder.

Y hablando de fondos, esto demuestra Blue Capital pertenece al típico fondo buitre que no hace nada más exigir y exigir, como si todo fuera posible hacerse en realidad.

Volviendo a Durán, no se va con las manos vacias, sino con una jugosa indenización de 4 700 000 de €uros, es un directivo con talento tal y como lo ha demostrado. Blue Capital se ha equivocado, tarde o temprano se van a dar cuenta de lo que han perdido con José Luis Durán.

Hurra por Durán y desearle lo peor a los tipos que andan por detrás de Blue Capital.

La agonía de General Motors


General Motors el que fuera el primer fabricante de automóviles del mundo vive sus momentos más críticos desde que se fundara. Se acaba el dinero que hay en caja para mantener vivas sus operaciones diarias y con ello se acerca cada vez más, una de las palabras de la que no quiere oir hablar Rick Wagoner, el "chairman & CEO" de GM: bancarrota.

No hay duda de que GM es demasiado grande para caer, pero todo parece que puede que sea así. Esto no es más que el desenlace de una mala gestión que llevan haciendo desde los años 90 los altos cargos de la firma de Detroit, encabezado con Rick Wagoner, un hombre de la casa que subió a lo más alto del edificio, empezando a subirlo o escalarlo desde abajo.

¿Por qué se llega a esta situación? Muchos de ustedes pueden pensar que es por causa de las hipotecas subprime, no es así, las hipotecas basura no han hecho nada más que acelerar los problemas. Hace tiempo que tiempo que se acabó el petróleo barato, pero desde GM han seguido fabricando coches grandes, por cierto muy bonitos, que no hacen nada más que consumir litros y litros de gasolina haciendole la vida imposible al consumidor, porque éste al fin y al cabo se ve con problemas para llegar a fin de mes. El ser humano es sabio, y esa sabiduría le lleva a hacer números para ver cuál es su problema. Y uno de ellos es el alto coste derivado del mantenimiento de su coche, aparte del rutinario (mecánica, póliza de seguros, neumáticos,...) está también el factor variable: la gasolina. Al final se llega a una ecuación que dice:

coche grande + gasolina cara + consumo de gasolina elevado + número de veces de llenado del depósito por semana = desangrado de dinero para el consumidor

Por tanto, el ciudadano estadounidense opta por comprar un coche bueno, bonito, barato, ligero y que consuma poco combustible, ya sea porque tiene un motor eficiente o utilice motores híbridos, se da cuenta que derrocha menos dinero y por lo tanto,ve aliviado sus problemas financieros.

Y es aquí cuando entra GM, ¿cuál ha sido su gran error? Seguir fabricando coches grandes, pesados y de alto consumo de combustible, coches que no pueden vender y que se acumulan. ¿Solución? Cerrar plantas, despedir personal y reducir la producción de vehículos. ¿Resultado?Pérdidas de dinero escandalosas y lo que es más importante: lo que se gasta es mayor a lo que se ingresa, esto es lo que se llama quemar dinero de la caja registradora. Hasta tal punto de que en entre diciembre de 2008 o enero de 2009, se acaba la liquidez (el dinero disponible en caja) con lo que a partir de ese momento no hay dinero para mantener las operaciones del grupo GM llegando a la bancarrota.

Ahora bien, ¿tiene GM vehículos pequeños y eficientes? La respuesta es afirmativa: Opel. ¿Se puede vender un Opel en EEUU? Sí, para ello no hay nada mejor que hacer que llamar a ese Opel de otra manera: GMC, Chevrolet o alguna marca estadounidense del grupo GM conocida para el consumidor norteamericano. Entonces, ¿se pudo fabricar vehículos Opel en EEUU? Sí, pero desde la cúpula de GM en Detroit se desestimó la idea, ¿por qué? Porque había que adaptar las plantas para poder fabricar los vehículos, y eso suponía un coste elevado.

Con esto, sólo digo que hubiera sido rentable fabricarlos, a la espera de una gama de productos más eficientes de GM Norteamérica, porque GM Europa los tiene.